Por Lila Sarai
A sólo 78 días de su pseudomandato, Felipe Calderón declaró que ''por ahora van más o menos 75 días, pero ya han sido como siete años”. Y cómo no le van a parecer siete años pues ni sus acciones desesperadas por terminar con el narco (cuando lo único que busca es militarizar al país), ni sus intentos de “estabilizar el precio de la tortilla” (cuando sólo oficializó el aumento), han sido muestra de que tenga capacidades de mando, mucho menos de estadista.
Mientras demagógicamente se congratulaba en Nuevo León por haber realizado 28 de sus 100 propuestas de campaña, para justificarse Calderón usa programas del sexenio anterior, como el de Incubadoras de Empresas.
Otro ejemplo de su demagogia es que bajo la idea de cambiar el estudiar para conseguir un empleo a la de estudiar para ser un emprendedor, Calderón intenta privatizar la educación ya que sólo los burgueses podrán aspirar al título de “emprendedores”, mientras que el hijo del obrero tendrá que seguir estudiando “para trabajar” (o más bien, ser explotado por los emprendedores).
Eso si, el “presidente del empleo” se lavó las manos diciendo que “el crecimiento económico y el empleo no los genera el gobierno, sino la sociedad”. La verdad es que sí ya siente que lleva 7 años de gobierno, mejor que deje la silla presidencial, pues a 78 días es evidente su incompetencia para dirigir al país.
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