jueves, 7 de junio de 2007

El ombusman José Luis Soberanes otro “pelele” de la ultraderecha



Rubén Durán Cachón

No conforme con su cuestionada actitud en el oprobioso caso de Zongolica, de su falta de contundencia en contra de las violaciones de los derechos humanos en las detenciones de Atenco y en los crímenes de Oaxaca atribuidos a las huestes del gobernador Ulises Ruiz, el presidente de la CNDH en México, José Luis Soberanes, exhibe ahora una actitud rastrera y servil hacia el gobierno de ultraderecha al presentar un recurso de inconstitucionalida d ante la SCJN por la despenalizació n del aborto recién aprobada por la Asamblea Legislativa del DF.

Dicha Ley, que constituye un avance para México en cuestión de Salud Pública en beneficio de la mujer, ha sido brutalmente atacada desde su inicio por grupos retrógrados de ultraderecha representados en nuestro país por el gobierno fascista y confesional de Felipe Calderón, el PAN, la Iglesia Católica , la organización Pro-Vida y el Yunque entre otros, con argumentos arcaicos basados en cuestiones de fe y dogmas religiosos, en vez de considerar las razones bio-médicas y científicas que la justifican. Para colmo, con total desvergüenza, José Luis Soberanes, con argumentos por lo demás ridículos, pretende que se le de marcha atrás para que a las mujeres se le encarcele, violentando el derecho fundamental de decidir sobre su propio cuerpo. Menciona, por ejemplo, que no se legisló si las menores de edad, que soliciten la terminación del embarazo, deben contar con la aprobación de sus padres o tutores.

Esto nos demuestra la absoluta ignorancia o la vileza del “ombusman”, pues está plenamente establecido en todos los hospitales del país, que para cualquier acto quirúrgico programado en menores de edad se tiene que contar con la aprobación firmada de los padres. También pone como argumento que no se definió en forma transparente sobre la negativa de los médicos para interrumpir un embarazo por “objeción de conciencia” cuando este derecho está considerado en la legislación vigente. Tampoco tiene sentido la oposición presentada en base a la extraterritorialida d de la Ley , en el sentido de no se determinó si es aplicable a personas que radicando fuera del DF acudan de otros estados para la interrupción del embarazo, alegato que resulta absurdo pues está plenamente establecido que las normas jurídicas de los estados se aplican a los individuos que se encuentren en el territorio en cuestión y no dependen de su lugar de nacimiento o de residencia, a menos que sean asuntos del orden federal y particularmente graves.

Además, resulta gravemente ofensivo para los ciudadanos que Soberanes no haya acudido a otras instancias legales en defensa de más de 30 mujeres violadas o atacadas sexualmente en Atenco por elementos de las fuerzas policíacas, a cuyos responsables únicamente se les dio sanciones administrativas (suspensión de labores por dos meses) a pesar de tratarse de un delito sumamente grave; tampoco se le ha escuchado ninguna defensa con el debido rigor por la condena absurda a 67 años de prisión en contra de Ignacio del Valle, líder del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra , por oponerse al despojo de sus parcelas que pretendió Vicente Fox para la construcción de un nuevo aeropuerto, como tampoco realizó mayor señalamiento que sus consabidas “recomendaciones” (que sirven para poco menos que nada) al gobierno de Oaxaca por los crímenes cometidos a integrantes de la APPO y de un periodista extranjero que todavía permanecen impunes.

Por ello, la intromisión de José Luis Soberanes en contra de la despenalizació n del aborto en el DF, cuando es ya “cosa juzgada”, plena y legalmente aprobada, mientras se muestra “blandengue” ante graves violaciones de los derechos humanos, especialmente cuando los agresores gozan del interés político de Felipe Calderón, del PAN o de la Iglesia Católica , es una prueba contundente de que el “ombusman” ha dejado de ser garante de justicia para los mexicanos; su parcialidad es vergonzante pues se ha quitado la máscara exhibiéndose como cómplice del fascismo de ultradercha y del PAN Es el momento que se escuchen las voces ciudadanas pidiendo su destitución. Para que queremos un “pelele” más en México, con Felipe Calderón nos basta y sobra.

dr_rubenduran@ hotmail.com

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