sábado, 15 de septiembre de 2007

IFE, TRIFE y Corte a la guillotina


Injusticia

Alvaro Cepeda Neri

La reforma de las instituciones pasa por la reforma de sus integrantes. Estos, por lo general, pervierten las funciones institucionales. Salvo para los defensores de los cascarones de las autonomías, en el caso del IFE y del TRIFE, y la aparente separación de poderes, como el caso de la Suprema Corte, está muy claro que los integrantes de los tres órganos del Estado, sobre todo durante el proceso electoral, actuaron con tantas torpezas, sospechas y corrupciones, que se hace necesario una decapitación de Consejeros, Magistrados y Ministros.

Los nueve Consejeros Electorales cometieron pifias y actos de parcialidad notorios. Además, sus nombramientos estaban viciados de origen, pues fueron impuestos como concesiones a mafias sindicales, acciones de partidos y trueques con Los Pinos. Uno de ellos se dio el lujo de no cubrir los requisitos mínimos y todo por ser amigo del actual inquilino de Los Pinos. Ugalde salió de la chistera magisterial. Todos al servicio de intereses que, para cumplir, trastocaron el conteo de los votos y como alteraron actas por eso es que insisten en quemar los paquetes electorales.

Los jueces del TRIFE han convertido al tribunal en una corrupción bestial. Y también se coludieron para no resolver que debían abrirse esos paquetes y volver a contar voto por voto. Contribuyeron a sembrar más dudas, y la cosecha del IFE al TRIFE ha sido que el dictamen jurídico para otorgarle la victoria a Calderón-PAN, como legalidad, esté acotada por la ilegitimidad. Institucionalmente regresaron al país a la época de cuando el presidente en turno imponía al sucesor. Fox no quería a Calderón, pero Ugalde y los jueces electorales, odiaban a López Obrador. seguir leyendo

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