jueves, 10 de enero de 2008

El medio es el fin


Que se calle Aristegui
José Gil Olmos

El gobierno panista de Felipe Calderón, como el de Fox y los surgidos del PRI, siguen la misma línea de poder: alianza con los empresarios de los medios de comunicación, acuerdos para cerrar espacios de expresión críticos y plurales como el de Carmen Aristegui.

A lo largo de las últimas dos administraciones presidenciales los panistas han demostrado que no son tan diferentes a los priistas cuando ejercen el poder. Defienden acciones o decisiones que implican detrimento social como el Tratado de Libre Comercio, se justifican por no actuar a fondo en la lucha contra el narcotráfico, manipulan los índices de pobreza y acuerdan con los empresarios para no ceder ningún espacio al cambio.

Cuando Vicente Fox tuvo los primeros indicios de una victoria, los grandes empresarios de los medios de información, tanto de televisión como de radio (Televisa y TV Azteca, la familia Aguirre, etcétera) y de periódicos (El Universal y Reforma, principalmente) hicieron nuevos acuerdos y ajustaron sus políticas de información. Entonces Marta Sahagún fue la responsable de hacerlo y sacó provecho personal al recibir el apoyo de estos empresarios para su fundación Vamos México.

Empresarios antes que periodistas, los dueños de los medios de información más importantes del país se alinearon al poder foxista. Desde Los Pinos hubo orden para marginar a los medios que no simpatizaban con el gobierno del cambio y se tomaron medidas que sólo se habían visto en los gobiernos de Luis Echeverría y José López Portillo: como medida de represión se les marginó de la publicidad oficial y a los reporteros de estos medios se les “bajó” de las giras nacionales e internacionales como forma de castigo. Continuar leyendo

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