La corriente Lópezobradorista gradualmente se impone en dentro de las bases del Partido de la Revolución Demócratica.
Esta nota de El Universal advierte la inminente creación de dos megafrentes orientadas uno, en torno al movimiento democrático nacional que dirige Andrés Manuel López Obrador, y otro considerado el ala "moderada" del PRD integrada por la corriente Nueva Izquierda de los "Chuchos".
Lo cierto ( desde mi punto de vista) es que el PRD después del fenómeno causado por la figura de AMLO y el movimiento democrático nacional debe necesariamente refundarse, pues los compromisos que ha adquirido el partido con el pueblo son mayores que en el pasado y se necesita más que nunca una reforma dentro de los estatutos de este instituo político de izquierda para poder atacar de manera certera y efectiva las intenciones privatizadoras y depredadoras de esta derecha neo fascista, no se puede ser "moderado" ante el inminente peligro que representan para México, los fascistas que usurparon el poder.
Esta nota de El Universal advierte la inminente creación de dos megafrentes orientadas uno, en torno al movimiento democrático nacional que dirige Andrés Manuel López Obrador, y otro considerado el ala "moderada" del PRD integrada por la corriente Nueva Izquierda de los "Chuchos".
Las pugnas internas en el PRD empiezan a arreciar y en marzo se hará oficial la conformación de dos megafrentes aglutinadores de las principales corrientes antagónicas de ese partido, que se disputan la línea político-ideológica y mantiene visiones divergentes respecto de la relación con López Obrador, el PRI, el PAN y con el gobierno de Felipe Calderón.
Uno de éstos es el Frente Político de Izquierda (FPI), que el próximo 4 de marzo oficializará su conformación. Son considerados los lopezobradoristas. Lo integran las corrientes Izquierda Democrática Nacional (IDN), de René Bejarano, Dolores Padierna y Agustín Guerrero; Foro Nuevo Sol, Alianza Democrática Nacional (ADN), Movimiento de Bases Insurgentes (MOBI) y parte de la Red de Izquierda Revolucionaria (Redir), que encabeza Camilo Valenzuela, y una parte de UNIR, que dirige Armando Quintero.
Este bloque exigió hace tres semanas revisar la actitud de lso gobernadores de extracción perredista que se han apartado de la línea política de su partido. Entre éstos mencionó a los Gobernadores de Michoacán, Guerreo, Baja California Sur y Chiapas.
Los acusó expresamente de mantener una actitud "vacilante y zigzagueante" respecto de las directrices fijadas por el PRD en torno al trato con el gobierno de Felipe Calderón.
El otro bloque lo constituyen Nueva Izquierda (NI), el Movimiento por la Democracia, Los Cívicos y una fracción de UNIR. Se les considera el ala moderada y reformista de ese partido, más proclive a la negociación, la concertación y diálogo con los demás partidos políticos.
La corriente más importante de este bloque es Nueva Izquierda, que encabezan los chuchos -Jesús Ortega y Jesús Zambrano-, y el secretario general del Comité Ejecutivo Nacional del PRD, Guadalupe Acosta Naranjo. Este grupo ve la necesidad de marcar distancia respecto de la figura de Andrés Manuel López Obrador.
Le sigue en importancia Movimiento por la Democracia, lidereada por Pablo Gómez, Javier González Garza, Juan Nicasio Guerra, Inti Muñoz y Alonso Ramírez Cuéllar. Esta corriente efectuará, el próximo 17 de marzo, su asamblea constitutiva y se prevé que ahí también se formalice la creación de esta megacorriente, que hará contrapeso a la figura de Andrés Manuel López Obrador y de Leonel Cota Montaño, líder del PRD.
Guillermo Dorantes Yedras, miembro de Redir, aseguró que el Frente Político de Izquierda tiene mayoría en el equilibrio de fuerzas entre ambos grupos y tan sólo Armando Quintero por sí solo, a través de UNIR, "tienen el control" de las delegaciones Tláhuac e Iztacalco. Por tanto, este frente tiene una verdadera fuerza de masas y estructura política, asentó.
La formación del Frente Político de Izquierda tiene que ver, dijo, con el Congreso Nacional del PRD, que se realizará en agosto próximo, y con la definición de la línea política de ese partido, la política de alianzas y la realción que se mantendrá frente al gobierno "usurpador" de Felipe Calderón. Uno y otro bloque tienen diferencias de fondo respecto a la figura de López Obrador.
"En el momento que nos vayamos al nombramiento de delegados al Congreso, ahí se va a ver la verdadera correlación de fuerzas; aunque nosotros no estamos en un afán rupturista ni de confrontación, sí va a haber un debate fuerte, importante sobre la línea política del partido".
Otro punto de desacuerdo es la forma de organización del PRD. Guadalupe Acosta Naranjo señala: "Somos una especie de frente electoral pero con estatutos de un partido. Valdría la pena debatir si mejor nos damos una legislación de frente electoral, en vez de seguir operando como un partido. O hacer un rediseño del partido, que lo haga más flexible y más democrático, que permita la participación de la base en la toma de decisiones".
En tanto, Nueva Izquierda insiste en que la elección de dirigentes sea de forma indirecta; nosotros durante años hemos ganados las votaciones para que las elecciones sean de forma directa. Esto es parte de los principios que vamos a mantener a toda costa.
Lo cierto ( desde mi punto de vista) es que el PRD después del fenómeno causado por la figura de AMLO y el movimiento democrático nacional debe necesariamente refundarse, pues los compromisos que ha adquirido el partido con el pueblo son mayores que en el pasado y se necesita más que nunca una reforma dentro de los estatutos de este instituo político de izquierda para poder atacar de manera certera y efectiva las intenciones privatizadoras y depredadoras de esta derecha neo fascista, no se puede ser "moderado" ante el inminente peligro que representan para México, los fascistas que usurparon el poder.
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