Por Enrique Cisneros
Como informó con anterioridad Machetearte, en el asunto de Informe del 1º de septiembre, los dirigentes del PRD acordaron con los del PAN que los perredistas no tomarían la tribuna para que Felipe Calderón se tomara la foto y simulara, sobre todo en el extranjero, que ya había gobernabilidad en el país.
Esto fue impulsado principalmente por la corriente de los “Chuchos”, contraviniendo la petición de Andrés Manuel López Obrador de que no haya ninguna negociación con el Presidente espurio.
A cambio, los panistas les prometieron a los dirigentes perredistas que el año que entra (por allí de abril), correrían a algunos dirigentes del Instituto Federal Electoral. Incluyendo al presidente, el hijito de Elba Esther Gordillo, Luis Carlos Ugalde. A eso le llamarían reforma electoral.
Pero para que los perredistas no se vieran tan arrastrados el día primero, sobre todo porque muchos perredistas de base esperaban que fueran más firmes, les ofrecieron el premio de consolación de que Ruth Zabaleta, del equipo de los Chuchos y que había sido nombrada presidenta del Congreso, hablaría y su mensaje se trasmitiría en red nacional.
Pues, la señora si habló pero le cortaron la señal, además de que los que dijo realmente no fue cosa del otro mundo. O sea que si ahora los panistas no les cumplieron el detalle mínimo de permitir un rollito ¿les cumplirán en abril o se plegarán a la furia de Gordillo?
La justificación que pusieron los panistas fue que hubo una falla técnica, falla que nada más afectó a México pues Univisión y Telemando su transmitieron el mensaje en directo a los Estados Unidos… como díría Fox: ¡Qué se los crea su abuela!
Para que el lector saque sus conclusiones, esto es lo que le censuraron a la perredista:
Lo que le censuraron a Ruth Zavaleta
Señoras y señores legisladores, ciudadanas y ciudadanos, como presidenta del Congreso de la Unión quiero reafirmar que cumpliré con el mandato que me da la Constitución.
Estoy obligada a actuar con responsabilidad, institucionalidad y con apego a las leyes, garantizando los principios de imparcialidad y objetividad en la conducción de esta sesión.
El Congreso es un lugar de debate y de acuerdos. Es la representación de la pluralidad y representatividad. Ha llegado la hora de reformar al Estado y a sus instituciones, que ya no responden a los nuevos tiempos de México.
Hago un llamado a seguir impulsando sin dudas ni titubeos las transformaciones que nuestro país requiere y que la población nos exige.
Las circunstancias y formas en las cuales hoy concurrimos a esta sesión demuestran que la vieja ceremonia de entrega del Informe presidencial ha caducado y ahora debe construirse una nueva relación republicana entre los poderes de la Unión. Por eso, cumpliendo con el mandato legal, esta soberanía deberá recibir el Informe correspondiente.
En consecuencia, con fundamento en mis atribuciones legales, instruyo al vicepresidente de la Cámara de Diputados, Cristian Castaño, asista a esta presidencia en sus funciones y actúe dignamente al frente de los trabajos de este pleno.
Ahora bien, apelo a la generosidad de mis compañeras y mis compañeros legisladores para que comprendan que soy una mujer de convicciones y principios, promotora de procesos electorales democráticos transparentes, equitativos y de respeto al voto.
Les comunico que procederé a retirarme de esta tribuna. No puedo aceptar recibir un documento de quien proviene de un proceso electoral legalmente concluido, pero cuestionado en su legitimidad por millones de mexicanos. Por su comprensión muchas gracias. Se decreta un receso de 15 minutos.
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